Somos nefelibatos en peligro de extinción. Somos ingenuos que no tememos a las consecuencias, al ridículo o al dolor. Somos fieles a nuestros ideales y veneramos nuestras promesas; desviviéndonos por nuestras pasiones y glorificando nuestras rarezas.
Todo lo que hacemos, lo hacemos con cariño, respeto y devoción, Exaltando la belleza, la sensibilidad emocional y la libertad sentimental de nuestra imaginación.
Somos resilientes testarudos con causas viscerales. Somos provocadores de lo genuino, veraz y memorable. Locos y locas en quienes puedes confiar. Y no nos importa lo que puedan pensar…
Pues no hay nada más humano, admirable y estúpido que ser un romántico entusiasta en pleno S. XXI.